esa noche tu voz fue tan exacta
que tuve miedo del silencio.
corren los días de párpados cerrados,
de hojas revueltas
manchadas, rotas
agrietadas
deliciosas,
con las letras de tu nombre
por todos lados
tengo la frente apoyada en la ventana de un colectivo
tengo un minuto para pensar en otra cosa
rápido
ya!
pero...
vuelve tu risa,
ineludible
amontonada en un rincón,
viene a buscarme
mientras suena una guitarra de fondo
creo que es tiempo para amar
te.
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