la bestia de la entrada

la bestia de la entrada estaba tirada cómodamente
su pelaje era amarillo como dorado en la cola naranja blanco el pecho y cálida la mirada
que rebotaba en el aire con una nube de harina en un naranja amanecer
el hueco de la cerradura mostraba una luz diferente
tan clara era rebotando en la densidad del movimiento aéreo del cereal
que el guardaba en calma admirado
la sonrisa esta extraña -pensó-
la luz esta tan hermosa-dijo-
y se vio a el mismo en el reflejo del espejo
su cuerpo estaba.
cruzado por los rayos de luz que adquirían visibilidad rebotando en la harina.
delgado.
sonrió.
puso especial atención en los rayos de luz y sus colores
eran naranjas y marrones
blancos
el de la cerradura cruzaba por medio
sonrió
alguien cruzo por detrás de la puerta interrumpiendo ese rayo de luz
el cuerpo se estremeció
un pie se fue hacia atrás en señal de alerta.
los ojos pusieron especial atención
a la puerta
que no hizo ningún otro movimiento