domingo, 2 de octubre de 2011

tengo un tiempo en el zapato,
un desierto en el bolsillo,
3 chupetines mal curados en el hospital público
debajo de la uña del dedo gordo del pie izquierdo,
después, una enfermera llorando, se ha enamorado de un chupetín de cola,
que está en terapia intensiva, lo  encontraron aplastado bajo el vehículo
de un piojo en la parte de mi nuca.

contengo un accidente de autos en una ruta
de alguno de los continentes que existen
debajo del párpado izquierdo,
al cerrarlo y abrirlo, sienten sus habitantes la sombra y la luz,
como si pasaran las nubes al mediodía.

entre toda la ropa guardo una cachetada
mal lavada en el placard.
restos viejos de uñas cortadas entre las sillas del comedor.

una rana de tergopol , maldita, asustada y muy gorda,
durmiendo en las perezosas fosas nasales.

un carnívoro canario amarillo, un perro que va volando de edificio en edificio.
un viejo linyera que recorre astutamente un camino propio,
y como corre cuando las baldosas le queman las patas!
se apresura a volver al asfalto.
tengo a veces torpes oidos que escuchan lo que quieren,
un mudo apetito de desnudarte, un cuerpo, alienta encuentros,
en una lasagña de vidrios rotos.

tengo la entrada, el plato principal y el postre,
el café es opcional, o sea se lo cobraremos a parte.

tengo la loca manía de cerrar los ojos e irme
de vacaciones por una milésima de segundos,
puedo abrirlos, volver del viaje,
y ya no se si odiarlo todo, tampoco si quererlo  todo...

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